MENCIÓN A UNA MUJER QUE LUCHÓ POR LA IGUALDAD.

LA PRIMERA MUJER FEMINISTA QUE DIO EL PASO POR LA IGUALDAD.

EL ORIGEN DEL FEMINISMO.

Afortunadamente, en la actualidad son numerosas las mujeres reconocidas por sus éxitos, valores, dedicaciones y, en definitiva, por su propia valía personal o profesional. Ese es uno de los grandes propósitos y éxitos que conlleva la lucha por la Igualdad de la mujer, en vistas a ser un fenómeno imparable.

Pero aún quedan lagunas que hacen que prestigiosas mujeres en distintos ámbitos no se hayan reconocido en su justa medida. Se trata de mujeres que fueron olvidadas por la Historia, mujeres pioneras, valientes, luchadoras que han abierto una brecha, creando un punto de inflexión a través del cual ahora, las mujeres de la actualidad tienen que seguir actuando y defendiendo sus derechos.

Justamente las mujeres más olvidadas y desconocidas son las que empezaron a defender la figura de la mujer hace muchos siglos, así como las que iniciaron los cánones en virtud de los cuales se origina el feminismo. No debemos olvidar que el feminismo no es un fenómeno que surgió hace poco tiempo, puesto que se trata de un trabajo que viene forjándose desde hace mucho tiempo. Precisamente existen mujeres que, en la antigüedad, fueron sentando las bases del feminismo sobre el que defender los derechos de la mujer y la igualdad. Y precisamente por ese mismo motivo debemos considerar en todo momento a todas esas mujeres como grandes referentes, pues son ellas las que lo empezaron todo.

En este caso, merece la pena pararnos a comentar el gran trabajo realizado por una gran filósofa, poetisa, humanista y escritora francesa del siglo XV.

Se trata de Christine de Pizan (1364 - 1431), la cual es considerada una precursora del feminismo, puesto que es la primera vez que se ve a una mujer escribir y manifestarse en defensa de su sexo. Es una de las mujeres más brillantes de la Edad Media y la primera escritora  profesional de la historia.  Fue contemporánea de la líder militar, Juana de Arco, la Doncella de Orleans, a quien le dedica una de sus obras. De prolífica producción literaria, denuncia en algunas de ellas las calumnias que sufren las mujeres, defendiéndolas de sus furiosos detractores. Además, fue fundadora del movimiento filosófico literario,  la “Querella de las Mujeres”, en la cual defiende la bondad, capacidad intelectual y el derecho de las mujeres al acceso a la universidad y la política. Es la respuesta de las mujeres frente a la misoginia, afirmando que la capacidad no es una cuestión de naturaleza sino un fenómeno de naturaleza social, de posibilidades de acceso al conocimiento.

En la Edad Media, Christine consiguió vivir de su trabajo como escritora y alcanzar un gran éxito en Europa, dando lugar a obras como “La ciudad de las damas” donde ofrecía su versión sobre el papel de la mujer y exponía ideas tan revolucionarias como la atribución de la inferioridad de la mujer a razones culturales (como la educación) y no biológicas, abogando por la equidad de género.

A pesar de lo que la sociedad de la época creía adecuado para una mujer, su padre fomentó la instrucción de su hija en áreas como la historia, la filosofía y la medicina, y, gracias a la posición del padre, pudo disfrutar también del acceso a la biblioteca real, que fomentaría sus inquietudes por la literatura y la escritura, talento que desarrolló tempranamente componiendo canciones para entretener a la corte.

Afortunadamente, tuvo una vida de privilegios, felizmente casada con Étienne de Castel, notario y secretario del rey y con tres hijos, sufrió un drástico giro cuando murió su padre y, al poco tiempo, también su mencionado marido.

Teniendo a cargo a su madre, a sus hijos y a una sobrina, tuvo que usar su formación para sustentar a la familia. La salida fue liderar un taller de escritura en el que supervisaba los trabajos de los calígrafos y encuadernadores. Además, con ayuda de antiguos amigos del palacio, decidió dedicarse profesionalmente a escribir. Asimismo, solicitó y obtuvo el apoyo de la reina Isabel, esposa de Carlos IV, la cual se convirtió en su bienhechora y le proporcionó el respaldo económico necesario para que pudiese dedicase plenamente a la escritura, disponiendo además, de un estudio propio en la Biblioteca Real.

Con todo ello, en su tiempo libre, siguió cultivando su placer por la escritura, afición que más tarde, tras ganarse el reconocimiento de grandes personalidades con obras como “El libro de las cien baladas”, se convertiría en su único sustento, llegando a ser conocida en toda Europa.

Su trabajo más conocido, como se ha mencionado anteriormente, es “La ciudad de las damas”, una obra totalmente rompedora, tanto por su temática como por el enfoque. En esta alegoría literaria, Christine de Pizan, objetó los estereotipos despectivos reiterativos hacia las mujeres  visibilizando a través de las protagonistas de diferentes ciclos históricos, su valiosa contribución en el tiempo como ejemplo moralizador de bondad , valentía, inteligencia, fortaleza,  talento, ciencia, fe y esperanza para la humanidad. 

En “La ciudad de las damas” la misma Christine se sitúa como personaje en la primera escena, quien perturbada tras leer una obra misógina, empieza a maldecir el haber nacido mujer. Al rescate llegan tres damas (Razón, Derechura y Justicia) para consolarla y ayudarla a dar la vuelta a la historia, aconsejándole que escriba a favor de las mujeres (construir la ciudad de las damas). A partir de ese momento, se inicia un recorrido por personajes femeninos provenientes de la Biblia, la mitología y la Historia, tan importantes como Semíramis, Safo, Dido, Carmenta, Cere, Santa Catalina o Santa Lucía, elaborando un retrato de la mujer totalmente diferente al que ofrecía la sociedad.

Con humor, perspicacia y sentido de persuasión, pone de manifiesto las grandezas de las mujeres, así como las grandes aportaciones que han hecho en diferentes campos. Cabe destacar, llegados a este punto, la gran originalidad que muestra esta autora al manifestar todos los puntos por los que defiende los valores de las mujeres, los cuales constituyen las claves para lograr una sociedad igualitaria. Es, pues, gracias a Christine cómo empieza a plantearse la igualdad entre mujeres y hombres en una sociedad del siglo XV en la que precisamente la igualdad constituía uno de los valores más mermados de la historia, especialmente en contra de las mujeres.

Christine escribió durante casi toda su vida, manteniendo en sus obras ese espíritu feminista y en pro de la iguldad, pero también reflejó los cambios políticos y de la sociedad.

En definitiva, A Cristina de Pizan se le reconoce el mérito de ser la primera mujer dedicada profesionalmente a escribir y a defender la igualdad en sus obras.  Es considerada como precursora del movimiento a favor de la mujer, siendo de las iniciales referencias del feminismo. No solo fue la primera escritora feminista sino que, para muchos  estudiosos, también representa “el primer escritor profesional”, ya que, la autora veneciana- francesa mantuvo económicamente  a su familia con su trabado literario en pleno siglo XV; y también porque la autora escribió a partir de su experiencia, de la experiencia que tenía de su cuerpo de mujer. Es la primera que afirma que todo lo que se dice sobre la maldad de las mujeres no se debe a ninguna característica intrínseca, sino a circunstancias, que no es natural, sino social. Asimismo, repasa lo que los hombres han dicho de las mujeres y lo rebate desde su propia experiencia. Fueron todas y cada una de esas nociones las que, gracias a la obra de Cristine, crearon sociedades cada vez más igualitarias a lo largo de la historia.

El gran valor que podemos atribuir a esta mujer la encontramos en que estamos ante una mujer valiente, excepcional y muy inteligente que supo enfrentar la discriminación y la violencia que imponían en la época los hombres y sobre todo la iglesia medieval y, sobre, todo, por haber sido el primer paso que sentó los orígenes del feminismo.

Es por ello que debemos resaltar y recordar el papel precursor e histórico de esta mujer y gran escritora como lo fue Christine de Pizan, que bien podemos señalar como Precursora del Feminismo Contemporáneo.



BIBLIOGRAFIA

National geographic. Christine de Pizan, la autora de la primera utopía feminista de la historia. https://historia.nationalgeographic.com.es/a/christine-pizan-autora-primera-utopia-feminista-historia_20991

PERNOUD, Régine, 2000, Cristina de Pizán, trad. María Tabuyo y Agustín López, Palma de Mallorca: José J. de Olañeta.


SEGURA GRAÍÑO, Cristina (coord.), 2007, Mujeres y espacios urbanos. Homenaje a Christine de Pizan en el VI Centenario de la edición de «La Ciudad de las damas» (1405-2005), Madrid: Al-Mudayna.


SEGURA GRAÍÑO, Cristina (coord.), 2010-2011, La Querella de las mujeres, 3 vol., Madrid: Al-Mudayna.

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